El parque nacional Nahuel Huapi (Isla del Jaguar) (estrictamente parque y reserva nacional Nahuel Huapi) es una extensa área natural protegida ubicada en el sudoeste de la provincia del Neuquén y en el oeste de la de Río Negro, en la Patagonia de Argentina. El parque forma parte de la reserva de biosfera Andino Norpatagónica desde 2007.[1]
Es el más antiguo de los parques nacionales argentinos, ya que fue creado el 8 de abril de 1934, sobre la base de la donación de tierras [2] que realizara Francisco Pascasio Moreno con este fin. El parque abarca 717.261 ha,[3] en una franja de unos 60 km de ancho por unos 170 km de norte a sur, recostada sobre la cordillera de los Andes.[4]
El parque Nahuel Huapi es internacionalmente conocido por su atractiva geografía en la que se destacan el lago Nahuel Huapi, y el cerro Tronador que son complementados por un variado conjunto de montañas, valles, más de 60 lagos y lagunas,[5] y un sinnúmero de arroyos. El parque, ubicado entre las altitudes de 700 m s. n. m. y 3400 m s. n. m., se destaca por sus ecosistemas representativos de los Andes patagónicos, habitando en él más de un millar de especies botánicas superiores,[6] y unas 300 especies de animales vertebrados. Los mismos se distribuyen en cuatro ambientes: el altoandino, el bosque andino patagónico, el bosque húmedo y la estepa patagónica.[7]
El parque nacional Nahuel Huapi es uno de los más extensos y parece tenerlo todo: montañas, lagos, ríos, bosques, estepa y hasta una gran ciudad, Bariloche. En este lugar de la Patagonia, comenzó la historia de los parques nacionales argentinos, que hoy se distribuyen por todo el territorio nacional.[8]
Se han contabilizado un gran número de especies de mamíferos, aves, peces y reptiles, incluyendo varias que se encuentran amenazadas o en peligro de extinción. Los amplios bosques y ambientes naturales incluyen una rica variedad de plantas, con profusión de coihues, cipreses y alerces. Entre su fauna característica se destacan los cóndores, ciervos, jabalíes, pumas y guanacos. En épocas recientes ha aumentado la amenaza que las actividades que realiza el hombre en la región representan para la integridad del parque, sus ambientes naturales y las especies que moran en él.